Con un enfoque a un
consumo responsable del agua y a la atención de riesgos hidrometeorológicos, el
Plan Hídrico Nuevo León 2050 fue presentado por el Fondo de Agua
Metropolitano de Monterrey (FAMM) junto con el Consejo Nuevo León para la
Planeación Estratégica y Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM).
Producto de dos años de
estudios técnicos, análisis y revisión de propuestas, el Plan Hídrico 2050
plantea una planeación del crecimiento de la infraestructura de agua, incluso
considerando escenarios adversos, así como la gestión de riesgos por
inundaciones y un plan de inversión.
“Un estado tan importante
como Nuevo León debe de ir un paso adelante en la planeación hídrica; sobre
todo considerando las variaciones climáticas extremas de la región, y la
dinámica económica y social que caracteriza a nuestro estado”, consideró
Alfonso Garza Garza, presidente del FAMM.
Para el desarrollo del
Plan Hídrico 2050 se contó con el apoyo de especialistas del Tecnológico de
Monterrey, la Universidad Autónoma de Nuevo León y de centros de investigación
internacionales como Rand Corporation.
Como parte de la etapa de
diagnóstico que sustentó el plan, y de acuerdo a los datos de SADM, se encontró
que el sector residencial es el principal consumidor de agua con el 70 % del
total suministrado por el operador de agua; seguido del abastecimiento público
con el 19 %; y la industria y comercio con el 11 %.
Utilizando metodologías
de inteligencia artificial, el Plan Hídrico 2050 presenta una planeación del
crecimiento de la infraestructura del sistema de SADM, planteado en múltiples
escenarios que consideran variaciones en la demanda y la intensidad de las
lluvias, de forma que se mantenga su confiabilidad.
En cuanto al plan de
inversión, se consideró abordar simultáneamente tanto el incremento de las
fuentes de abasto de agua, como el incremento de la eficiencia del consumo.
“Debemos de emigrar de
una visión basado 100 % en el incremento de la oferta, a un modelo que incluya disminución
del consumo y su uso más eficiente, para hacer promover la sustentabilidad del
recurso hídrico”, señaló Gerardo Garza González, director de SADM.
Respecto a la gestión de
riesgos por inundaciones, el Plan Hídrico 2050 promueve la instalación de un
radar meteorológico, la construcción de una segunda cortina Rompepicos, el
mantenimiento a la actual cortina Rompepicos, así como el desarrollo y
aplicación de un plan de manejo del río Santa Catarina.
Antonio Elosúa González, presidente
de la Comisión de Desarrollo Sustentable del Consejo Nuevo León, refirió que
asegurar el abasto de agua es una prioridad del Plan Estratégico 2030, por lo
cual esta serie de estudios permite tener una perspectiva para lograrlo desde
ahora.
“Con la entrega y
presentación estamos concluyendo una etapa importante de la planeación hídrica
del Estado, y comenzamos una nueva, que es la de desarrollar los proyectos que
la lleven a cabo, en donde la transparencia, el análisis técnico y la
participación deben de continuar siendo características de este proceso”.
Eugenio Clariond
Reyes-Retana, consejero y ex presidente del FAMM, señaló que con la entrega realizada
al Gobierno del Estado en marzo pasado y esta presentación pública del Plan
Hídrico 2050, dan cumplimiento a la solicitud puntual del gobernador realizada
en enero de 2016.
“Estamos orgullosos de
haber entregado un plan basado en ciencia y datos, y en metodologías robustas”,
aseguró.
Como parte de los
siguientes pasos, SADM y el FAMM impulsan un proyecto para optimizar la
operación de las fuentes de agua, cumpliendo con la normativa establecida por
la Comisión Nacional del Agua, con el objetivo de reducir pérdidas de volúmenes
por evaporación en las presas.
Durante la canícula, por
ejemplo, la presa El Cuchillo, la evaporación alcanza niveles de hasta 9 m3
por segundo, refirió Garza González.
Tanto el documento completo
del Plan Hídrico 2050, como los más de 30 reportes y estudios realizados para
su elaboración, están disponibles en el sitio web del FAMM.
El FAMM es una asociación
civil lanzada en 2013, cuyo objetivo general es colaborar para que Monterrey
alcance la seguridad hídrica. Desarrolla actividades de conservación en
espacios naturales generadores de agua, así como proyectos que contribuyen a
captar y retener el agua que escurre hasta la ciudad. Uno de sus mandatos es
producir información orientada a desarrollar acciones y políticas públicas que
ayuden a conservar y mejorar la recarga de acuíferos, así como a proteger las
cuencas, a través de estudios e investigaciones sobre la gestión del agua.
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